Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).– Los empresarios en México observan un entorno económico "optimista" y de cautela, debido a que factores como la inseguridad y la corrupción son aún los grandes retos que requiere enfrentar el país para elevar su competitividad.
El estudio "Perspectivas de la Alta Dirección en México 2015", elaborado por la firma multidisciplinaria KPMG, determinó que los incentivos que México necesita para incrementar la competitividad son el combate a la corrupción, la seguridad pública y la estabilidad económica.
"Los grandes retos que requiere el país para elevar su competitividad son el combate a la corrupción y el incremento de la seguridad pública, de acuerdo con los directivos encuestados", dijo Roberto Cabrera socio líder de Industrias y Mercado de KPMG México, durante la presentación del estudio "Perspectivas de la Alta Dirección en México 2015".
El 69 por ciento de los 716 directivos encuestados, pertenecientes a empresas de diversos giros y regiones del país, dijo que la disminución en el consumo interno, la extorsión y la inseguridad por la que atraviesa el país, han impactado de manera negativa a sus negocios.
El estudió arrojó que la competitividad de México, así como su capacidad para atraer inversiones y participar en nuevos mercados, "no está limitada por aspectos financieros o tecnológicos, ni por la falta de mano de obra o acceso a los insumos o a la infraestructura[...] En realidad el freno es la corrupción y la inseguridad".
"No hay una industria que no reclame este tipo de situaciones. En general todas las industrias están preocupadas o solicitan para ser más competitivas y para poder crecer un entorno de seguridad", dijo a SinEmbargo Miguel Ortiz Aguilar, socio líder nacional de Impuestos y Legal de KPMG en México.
Explicó que hay sectores que están muy expuestos, como el de servicios, especialmente los que se dedican a repartir sus productos. "Esas están un poco más expuestas", pero agregó que aunque en todos los sectores pueden variar los rangos de inseguridad y corrupción, en general se considera que para ser más competitivos y crecer se necesita combatir la corrupción y la inseguridad.
"No es secreto para nadie que el empresario enfrenta muchísimos retos en sí para hacer su negocio, pero sin duda la parte de inseguridad y extorsión ha minado de manera sustantiva", agregó Ortiz Aguilar.
Señaló que la corrupción es algo que afecta tanto al interior de las empresas, como al exterior.
La firma detalló que si se considera el reporte de Doing Business, el cual año con año publica el Banco Mundial (BM), en México hay razones para festejar. Debido a que en la más reciente edición, nuestro país avanzó al lugar 39 [el año pasado ocupó la posición 43] de 189 naciones, ubicándose ahora por encima de países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
Sin embargo, y pese a este reconocimiento internacional, "los directivos que contestan la encuesta parecen no compartir el entusiasmo".
El 80 por ciento de los altos empresarios encuestados calificaron el papel del Gobierno federal como promotor de la competitividad de "regular" y "malo". Mientras que el 13 por ciento lo consideró "muy malo" y ni un solo empresario lo calificó de "muy bueno".
El documento explica que las reformas estructurales y otras medidas destinadas a mejorar la competitividad del país, no han dado resultados y deberán pasar uno o dos años para que puedan verse de manera más consistente.
Detalla que desde los últimos cuatro años en que se ha aplicado la encuesta, la principal variable que a consideración de los directivos, el país requiere para mejorar e incrementar su competitividad, es decir, "el punto doloroso para el empresariado" es el combate a la corrupción.
Este año, la cifra de encuestados que mencionó la corrupción como una de las principales variables necesarias para incrementar la competitividad fue de 89 por ciento, 9 por ciento más que en de 2014. Esta cifra significa también la más alta hasta ahora. "A pesar de las iniciativas que han implementado, la corrupción sigue siendo el problema número uno", dice el estudio.
"Nueve de cada diez nos dicen: combate a la corrupción [...] creo que la parte a la que apuntan fundamentalmente es, no nada más tener una legislación buena o mala [...] sino que la legislación tenga dientes, es decir que haya un esfuerzo fuerte a la persecución y al castigo", detalló el socio líder nacional de Asesoría de KPMG en México Víctor Esquivel.
Lo anterior, agregó, debe ir dirigido no nada más al sector público, a los funcionarios públicos, sino también a la iniciativa privada que "es corresponsable de este asunto de transparencia".
"Se trata de un reto importante para alcanzar el éxito, porque para lograr el objetivo de las Reformas Estructurales, donde se espera participación del capital privado, la corrupción debería ser claramente combatida y eliminada", detalla el documento de KPMG.
En seguida, se encuentra el tema de la seguridad pública. Un 81 por ciento de los empresarios que participaron en el estudio, señalaron a la inseguridad como la otra gran variable.
Entre los delitos que agravian a las empresas están los robos, las amenazas y la extorsión, que son los de más alto impacto y los que representan una carga en términos de seguridad privada, sistemas de vigilancia, seguros, controles y pérdidas materiales.
Más de la mitad de los encuestados, el 52 por ciento, dijo que sus empresas se han visto afectadas por robos, mientras el 29 por ciento anotó que sus organizaciones se han visto afectadas por las amenazas.
Todos los delitos consideraron en la encuesta, que están afectando a las empresas, aumentaron en un 4 o 5 por ciento respecto de un año anterior, en especial los de una mayor impacto.
Incluso, detallaron los directivos encuestados, sus empresas se vieron afectadas durante 2014 debido a que la extorsión y la inseguridad se han incrementado a "razón de una cambio de prioridades del Gobierno federal".
"Si en las actuales condiciones, 43 por ciento de los directivos han sostenido sus decisiones de inversión, contra 38 por ciento de 2014, es interesante imaginar cómo se comportaría el mercado si las empresas no fueran afectadas por robo, amenazas y extorsión", plantea el estudio.
Así mismo, el 43 por ciento de los directivos participantes dijeron que si han reducido sus decisiones de inversión, pero no las han suspendido.
Por otra parte, la tercer variable que los directivos señalaron para lograr incrementar la competitividad es la estabilidad económica. Aunque, detalló Esquivel, esta percepción estuvo "relativamente influenciado porque cuando se hizo el levantamiento de la encuesta, se vino la caída de los precios del petróleo, que evidentemente sabíamos que iba a tener una impacto en las finanzas públicas que resultó en un ajuste del presupuesto federal".
CONSUMO INTERNO DEPRIMIDO
La encuesta arrojó que aunque el 60 por ciento de los directivos consideran que el país no caerá en una nueva recesión, existe un ambiente económico de optimismo “cauteloso”.
"No es un año fácil, pero [sí] lejos de estar en una recesión", detalló el socio líder de Industrias y Mercado de KPMG en México Roberto Cabrera.
Más de la mitad de los encuestados, el 51 por ciento, esperan que la economía del país mejore durante este año, sin embargo esto representa una cifra menor a la del año pasado que era de 58 por ciento.
Mientras el 81 por ciento de los altos directivos espera que sus organizaciones crezcan uno o dos dígitos, lo que significa dos puntos porcentuales más que en comparación con el año pasado.
"México avanza en un año de transición que luce complejo [...] es un año de contrastes, esa es la realidad", explicó Cabrera que hay sectores muy productivos, como es el caso de la industria automotriz, hay regiones muy positivas, y hay regiones que no lo son tanto, e industrias no muy positivas.
La encuesta arrojó que un 69 por ciento de los empresarios consideran que la actuación del Gobierno tuvo un impacto “negativo” en sus empresas durante 2014. Lo anterior significó un incremento de 12 puntos con respecto a los resultados del año 2013, cuando el 57 por ciento se vio afectado.
Los directivos detallaron que el principal motivo por el cual se vieron afectadas sus empresas fue por la disminución del consumo interno. Incluso algunos han migrado sus negocios al extranjero debido a que el mercado interno está muy deprimido.